BIENVENIDO A LA REFLEXIÓN SOBRE FÚTBOL

El fútbol no es un asunto de expertos en deportes y en estadísticas. Millones de hombres y mujeres en todo el mundo disfrutamos de este deporte, de esta religión, de esta magia del juego con un balón.
Millones vivimos día a día lo que está pasando en Sudáfrica donde se lleva a cabo la copa del Mundo.
Compartamos en este espacio perspectiva sobre futbol. Desde la visión del simple espectador.
Bienvenidos al futblog 2010 Waca waca

miércoles, 23 de febrero de 2011

Felicidades PUMAS

Felicidades Pumas
Señoras y señores: siempre es agradable ver un equipo como los Pumas en el primer lugar general. Hasta ahora, de 7 partidos que se han jugado en el torneo, es e...
Fuente: http://www.reforma.com


Nos une el Estado de México
Juntos, digamos Sí
A la alianza por el cambio democrático.

sábado, 19 de junio de 2010

Pequeña crónica de un gran festejo





Pequeña crónica de un gran festejo
Hacia el triunfo frente a Uruguay


No podrá negarse. Miles o millones de mexicanos pensaron que México no le ganaría a Francia y hoy están convencidos de que se puede ganar a Uruguay y, más aún, aspirar al primer lugar del mundial de fútbol.
El ánimo futbolero pasó del extremo de la incredulidad al del optimismo, sin tocar siquiera un punto medio de incertidumbre.
Eso se llama confianza, esperanza, ilusión. Ya no es un sueño, ya no existe la utopía. Todo es posible, incluso ser campeones.
En el partido contra Francia la selección mexicana de fútbol dio muestras a todo un pueblo que la sigue en los estadios y por televisión, que realiza su mejor esfuerzo para darle la satisfacción de ver a los suyos ser campeones en algo.
Lo que provoca la mutación de ánimo del desasosiego al optimismo es el triunfo, que funciona como válvula de escape de las emociones reprimidas y de los problemas cotidianos.
Aún antes de que iniciara el México-Francia se pronuncia una de las frases más sonadas en estos días futboleros en el país: “Necesitamos el triunfo. México necesita el triunfo”.
Puede asegurarse que la frase deviene de la necesidad de millones de mexicanos de saber que se puede ser competitivo, que se puede estar inmerso en el mundo globalizado ocupando un papel importante y fundamental y que los mexicanos pueden ser iguales o superiores a cualquier sociedad desarrollada del mundo.
Pero el triunfo frente a Francia esconde más: La sonrisa vital, la emoción de saberse vivo, el gusto de ganar a una potencia en fútbol, la posibilidad de gritar gol con todas las ganas, un grito de esperanza en un mejor futuro.
Por eso miles en las calles festejando, gritando: ¡Viva México cabrones!
El México vs Francia tuvo un ingrediente adicional que no tendrá el México vs Uruguay: El nacionalismo exacerbado por la batalla de Puebla del 5 de mayo de 1862 en la que los mexicanos al mando del general Ignacio Zaragoza derrotaron a las tropas francesas invasoras.
Y ese nacionalismo exacerbado no lo provocó la televisión mexicana, principal beneficiaria con más de 17 mil millones de dólares de ingresos por publicidad. Estaba en la epidermis de la sociedad, porque la memoria colectiva guarda muy fresco el recuerdo de que un día un grupo de heroicos militares apoyados por los indios Zacapoaxtlas, derrotaron a una potencia militar en México.
¿En que se parecen la batalla de Puebla y el partido México- Francia? No tienen nada que ver. Sólo que en ambos hechos participaron mexicanos y franceses.
Pero no importa eso es lo de menos. Lo importante es que en un partido de fútbol, miles de mexicanos refrendaron el triunfo sobre los franceses.
El triunfo de México sobre Francia también demostró que el fútbol está por encima de la política y de la triste realidad mexicana actual.
El día anterior al partido, el Presidente Felipe Calderón Hinojosa dio un mensaje a la Nación en cadena nacional, en el que anunció el cambio de estrategia de su guerra contra el narcotráfico a una lucha por la seguridad, para regresar a un país normal en el que no gobierne la delincuencia organizada.

No obstante, el mensaje del Presidente Calderón, que pasa desapercibido para las mayorías, podría parecerse más que el partido México-Francia, a lo ocurrido en 1862 en la batalla de Puebla porque establece una lucha del gobierno contra un enemigo de la patria.
Pero a quién le importa eso previo al partido. La verdadera lucha es la que darán los gladiadores de Aguirre contra el subcampeón del Mundo.
Evidentemente no hay punto de comparación entre Juárez y Calderón, entre la batalla contra la invasión extranjera en 1862 y la hoy llamada lucha (que ya no guerra vs el narco) contra la inseguridad.
Un día antes del partido de fútbol entre México y Francia sabemos que no hay comparación pero si analogía:
Guardando la justa dimensión y sin menoscabo del Benemérito de Las América, tanto Juárez como Calderón emprendieron acciones de gobierno para vencer a fuerzas que atentaban contra la patria.
Juárez dijo en aquel entonces que en vista de la declaración de los plenipotenciarios franceses, no podía ni debía hacer otra cosa que rechazar la fuerza con la fuerza y defender a la nación de la agresión injusta con la que se le amenazaba. “...Tengamos fe en la justicia de nuestra causa... haciendo triunfar no sólo a nuestra patria, sino a los principios de respeto y de inviolabilidad de la soberanía de las naciones’
En los días de fútbol mundial México no ha sido invadido por los franceses sino por la violencia del narco y la delincuencia organizada.
Entre el partido inaugural de México vs Sudáfrica y el México Francia, hubo un incremento sustancial de la violencia armada y muertos en el País.
No fueron los franceses los que invadieron de sangre territorio mexicano esta semana, fueron los narcos y la delincuencia organizada.
El día en el que se inauguró el Mundial de fútbol en Sudáfrica fue uno de los días con más muertes registradas en el País. Luego se sucedieron más muertes, ejecuciones, levantones, asesinatos.
Se mostró un México verdaderamente violento.
En el territorio nacional hubo asesinatos de familias a sangre fría. Emboscadas a policías con varios muertos y más heridos. Enfrentamientos en las calles, cierre de carreteras por narcotraficantes, descubrimiento de fosas comunes con muertos recientes, balaceras. El colmo fue el asesinato a sangre fría del hijo del famoso cantante Joan Sebastian en la entrada de un antro.
Todo eso mientras escuadrones de camionetas blindadas se pasean calles en algunos pueblos de la República, dejando muertes y casas quemadas a su paso.
Candidatos a puestos de elección popular sufren amedrentamientos y se multiplica el número de llamadas telefónicas intentando extorsionar a medio Mundo incluyendo a familias de escasos recursos o en pobreza extrema. Nadie se salva.
En varios poblados de México se suspenden actividades económicas y se llega al extremo de suspender clases en escuelas del estado de Nayarit.
El Presidente Calderón aprovechó o no le quedó más remedio que dar un mensaje a la Nación previo al partido de México vs Francia.
Disculpen los lectores. ¡Qué analogía ni que nada! Juárez le declara la guerra a los franceses y Calderón recula de haber declarado la guerra al narco y cambia su concepto al de una lucha sin tregua para mejorar la seguridad pública.
Y por si fueran pocos los males nacionales, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que había dado una luz de esperanza de que se castigara justamente a los responsable de la muerte de niños de la guardería ABC, terminó con un grotesco resultado, reduciendo sus facultades a sólo señalar a funcionarios menores como involucrados en violaciones a las garantías individuales, sin capacidad legal y jurídica para señalar a los responsables.
Eso encrespa. Es como si el jugador francés comete falta en el área chica, en una entrada fuerte, y el árbitro, sólo se limita a decir que el jugador está involucrado en la falta, pero no se le finca sanción porque no puede señalar responsabilidades.
El partido está por llegar, previo al partido, circulan en internet dos fotos de un convivió de los seleccionados mexicanos con sus familias en las que hay alcohol en las mesas.
Eso forma parte de la incredulidad. No sólo era el discurso del Presidente; para colmo, tal vez, los jugadores llegarían crudos al México-Francia.
Frente a estas condiciones quien no estaría deseando que algo bueno pasara, que su majestad el gol le hiciera la caravana a México, que se permitiera a millones de gargantas gritar el gol, porque en ese grito se encierra toda la impotencia frente a la adversidad.
Las condiciones estaban listas para un buen festejo frente al improbable triunfo de los mexicanos frente al subcampeón de futbol mundial.
Así se fueron a dormir millones de mexicanos en México esa noche, porque los 25 mil clase medieros o ricos que tuvieron para viajar a ver el mundial y que al día siguiente llenaron el estadio Peter Mokaba de Polokwane más bien se prepararon como verdaderos guerreros vestidos con máscaras de luchadores, con trajes del chapulín colorado, con penachos, vestidos de franceses, con las caras pintadas, con bigotes, sombreros, y un sinfín de objetos más para gritar los clásicos gritos de estadios mexicanos de ¡Puto¡ al portero y ¡Culeros! Y para apoyar con todo a la selección de Aguirre.
En México, evidentemente, millones se prepararon con comida, las tostadas, las carnitas, el chicharrón, el pápalo pal taco, las cervezas, el ron, el tequila, el vinito generoso en vasito platicador, la parrillada en las clases medias.
Todo mundo sabe, aunque nadie lo acepta, que ese día horas antes, durante el partido y horas después, el país prácticamente disminuye su actividad, está paralizado y luego estará festejando el triunfo o la derrota.
Decenas de gobierno municipales y algunos estatales dejaron a un lado los programas sociales, las obras, para alquilar o comprar pantallas para la transmisión de los partidos de la selección en las explanadas de los edificios de gobierno.
Ya ni siquiera lo hacen por medrar políticamente con el fútbol, porque la masa que se reúne sólo quiere el desfogue, no hay posibilidad de que lo incorporen a un padrón de beneficiarios, lo hacen por no estar fuera de la jugada.
Se justifican diciendo que es la nueva forma en la que los gobiernos responden al derecho a la diversión, al tiempo libre, la posibilidad de recuperar a jóvenes para que no salten a las adicciones, y el derecho, porque ya lo es, a no ver solos un buen partido de futbol, el derecho a la convivencia social.
Las pantallas gigantes en las plazas públicas congregan a miles. Ven desde allí el partido. Se convoca por las redes sociales. Se hace una catarsis colectiva del juego del hombre.
En muchas escuelas también han llevado televisiones. A los niños se les deja salir temprano para que vayan a casa a mirar el partido.
Que los niños salgan temprano o no tengan clases pasa con frecuencia y más en las escuelas públicas. La burocracia sindical se ha ganado el derecho al no trabajo por ser un fuerte grupo de presión. Y hoy menos que nunca alguien les dirá algo, pues tienen en el Secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, uno de sus principales aliados, al ser este, también, un potencial candidato a la Presidencia de la República por el PAN.
De cualquier forma la escuela y el maestro están pasando a segundo plano en el proceso del aprendizaje de los niños, hoy son la nueva generación de las computadoras y de los sistemas informáticos.
No obstante, la escuela mexicana dio pruebas fehacientes de que el fervor mexicano y lo de la batalla de Puebla ganada a los franceses son cosas, sino bien aprendidas, bien metidas como valor en la cabeza de millones.
La batalla del 5 de mayo de 1862 en la que el general Ignacio Zaragoza derrotó a las tropas francesas fue una dura, sangrienta y estratégica lucha a muerte.
Ese día México ganó la batalla pero no la guerra, porque los enfrentamientos y sucesos tuvieron un punto culminante hasta cinco años después con el fusilamiento emperador Maximiliano de Habsburgo justo un 19 de junio.
Pero es una fecha que simboliza el valor mexicano ante un país y un ejército siempre victorioso.
El partido México- Francia fue una dura y estratégica lucha para meter el gol, en la que un ordenado y cohesionado equipo mexicano, bien dirigido, se enfrentó a un equipo sin ánimo con jugadores capaces de decirle a su técnico Raymond Domenech en pleno partido, palabras más palabras menos, “vete a tomar por el culo, hijo de puta”
Desde el principio del encuentro comenzaron los dichos, las frases: “Pinches franceses les vamos a dar su 5 de mayo hoy 17 de junio”.
El partido empezó con los jugadores mexicanos animados, “echados pa delante”. El país estaba semiparalizado. Millones de personas materialmente pegadas a la TV.
Evidentemente no todos están atentos al futbol. Los delincuentes no dejan de actuar. Durante el propio partido siguen las llamadas intentando extorsionar amenazando y amedrentando: “Si no me das dinero vamos a matar a alguien de tu familia”.
Mientras vive el México futbolero, el gobernador de Veracruz, recién grabado ilícitamente en conversaciones intenta curarse en salud presentando una denuncia ante la PGR contra quien dio a conocer las grabaciones en las que queda de manifiesto la impunidad en la lucha por conservar el poder.
Pero no es el tema que el gobernador Fidel Herrera haya dicho frases como la que describe la impunidad en todo su esplendor: Que necesitas “estoy en la plenitud del pinche poder”. El tema es que el Gio ataca por la izquierda y a unos minutos de iniciado el partido tira a gol. Poste pero fuera de lugar.
Eso anima a la afición. Parece que México inició bien el partido. Tan bien que es difícil que la frase de derrota “Están jugando como nunca…” se termine con la clásica “perderán como siempre”.
La duda de si México seguirá jugando así se despeja minuto tras minuto mostrando un fútbol ofensivo, trepidante, llegando al marco contrario una y otra vez.
Parafraseando al gobernador veracruzano Fidel Herrera, la selección estaba en la pinche plenitud del poder del balón y podía hacer lo que quisiera con los franceses.
Y el respetable veía en el técnico de la selección nacional Javier Aguirre al general Ignacio Zaragoza, y en cada jugador a cada indio Zacapoaxtla que dio su vida en la gesta heroica de 1862.
No es tiempo de nada. Sólo de futbol. El gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, responde a reporteros que le preguntan cuándo nombrará al nuevo Procurador pues la PGJEM está acéfala desde hace más de un mes: “Vamos a ver el futbol”.
Lógico el más mínimo ruido incomoda a los futboleros.
Los políticos tienen que estar al lado del pueblo. Y allí están dándose baños de pueblo aunque a muchos no les guste el fut.
Dos goles a favor de México sellaron el triunfo sobre los franceses. Dos veces millones de mexicanos gritaron gol.
La batalla estaba ganada, no así la guerra, pues apenas es el segundo partido y para aspirar a ser campeón del Mundo se requiere llegar al quinto partido. Primero deberán pasar sobre Uruguay.
México no ganó la guerra a los franceses en la batalla de Puebla, como Felipe Calderón no ganó la guerra al narco con la batalla de… ¿Cuál batalla ha ganado Felipe Calderón al narco?
La única batalla ganada en este momento es contra el equipo francés de futbol.
El triunfo de la selección hace gritar, cantar, bailar, y volver a gritar y cantar y festejar. No son pocos los que con lágrimas en los ojos dicen y repiten ¿ves cómo si se puede? ¿Si se puede qué? ¿Ganar? No. Si se puede lo que dijo San Javier Aguirre ¡San Javier Aguirre! Porque a partir de este momento a casi todo el equipo, pero particularmente, a los dos anotadores, Cuauhtémoc y el Chicharito Hernández, muchos mexicanos los colocarán en un pedestal y los nombrarán santos patronos del gol.
San Javier Aguirre dijo que era hora de soñar y conseguir ese sueño.
Más tarde empiezan a circular las estampas donde se les presenta como santos.
Con el triunfo algunos fanáticos llegan a los extremos de proponer que se cambie el nombre a la avenida Ignacio Zaragoza en el Distrito Federal, por el de avenida “Chicharito” Hernández.
En internet no se anduvieran con propuestas. De plano en un billete de 500 pesos que tiene la imagen del general Ignacio Zaragoza pusieron la del chicharito.
El Chicharito Hernández, de quien dicen que su abuelo también en gesta heroica le empató a los franceses en un mundial después de su gol, se convirtió en el hombre más sexy, en “la nueva perla mexicana”, en el hombre que “fue demasiado para Francia” como publicó Le Monde.
Pero el Cuauhtémoc Blanco refrendó su lugar de ídolo odiado y querido. Y todo porque el chico del barrio, el desmadroso, el que se tortea a sus compañeros, el que se agarra a madrazos a la menor provocación, el buen amigo pero mal novio o esposo, el entrón, el que es capaz de quitarse el taco de la boca para dárselo a un niño pero que en broma asegura que entre la vida en riesgo de su madre y la suya prefiere la de él, metió el segundo gol a Francia en tiro penal, sin amedrentarse, sin achicarse, poniendo en claro la superioridad del equipo mexicano y mostrando que los “franchutes” no son superiores por muy europeos que sean.
A los que no les gusta el fut les parece un festejo absurdo. Miran con incredulidad como decenas de miles salen a las plazas de cientos de municipios del País y al emblemático Ángel de la Independencia en la Ciudad de México, a gritar y a encontrarse con la tribu que como ellos esperaban esta victoria con ansia para tener un poco de alegría que quitara la monotonía del día a día.
Da gusto mirar los rostros felices. El éxtasis del grito….el Cielito Lindo modernizado “ay, ay, ay ay Francia no llores, porque cantando se alegra cielito lindo los corazones.
Miles de compatriotas contentos, felices, extasiados. Es una tarde de cantinas llenas.
¿Qué tal si así hubiéramos salido a protestar por la injusticia en el ABC? Preguntan los críticos en las redes sociales. Pero no es momento de tristezas, sino de la alegría, de saber que se puede.
“Si no vamos a tener justicia en este país por lo menos que gane la selección” dice un resignado twittero.
El mariachi no podía faltar. El son de la negra. El cielito Lindo. La música mexicana invade los programas televisivos.
La droga futbolera impide mirar la realidad mexicana. Todo lo opaca como el petróleo derramado en el golfo de México, que a estas alturas sigue siendo una catástrofe ecológica, no permite mirar el sexto gasolinazo el año, la falta de justicia en el caso ABC, el discurso de cambio de estrategia en la guerra antinarco por parte del Presidente Calderón, el gobernador de Veracruz diciendo que está en la plenitud del pinche poder, la suspensión de clases en un estado de la república por la ola de violencia…y un sinfín de etcéteras.
Lo trascendente, lo que si se mira es el triunfo sobre los franceses.
Lo más importante del festejo son los miles de niños que salieron a las calles a jugar futbol. En ellos está el futuro. Por ello México debería ganarle a Uruguay, aunque no haya una gesta que exacerbe el nacionalismo. Por ellos México debería ser campeón del Mundial de Sudáfrica.


P.D. Con dedicatoria especial para mi amigo que en la secundaria aprendió a decir La Rue de la Rivolí en su clase de francés y, después, en un viaje a París pudo comprobar que esa calle si existe.

viernes, 18 de junio de 2010

El JABULANI

Para los que me preguntaron cuánto cuesta el Jabulani, en México, el de Juego cuesta mil 900 pesos, el de la final mil 600 y hay una réplica de 700 pesos. 300 en la merced.
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Cuauhtemoc Elevado a Santo

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Pierde Alemania

El gran equipo Alemán hoy fue vulnerable. Siempre estuvo abajo en el marcador frente a un equipo serbio con sed de triunfo.. Lloran su derrota. 1-0 favor Serbia.
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jueves, 17 de junio de 2010

La Bandera en Francia


En una foto de AMsalazar se puede ver la bandera de México en la emblemática Torre Eiffel de Francia tras el triunfo de la selección mexicana a Francia

¡México!¡México!



MEXICO 2 FRANCIA 0. Nada más que decir.

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